Histórico de lucha:
Nuestra tarea –fundamental para la sociedad- se ve amenazada año tras año a partir de la forma de contratación a la que son sometidos los más de 600 docentes -en 36 centros culturales- que sostienen el Programa.
Si bien a partir del año 2006 se reconoció la relación de dependencia luego de casi 25 años de precarización y fraude laboral (a partir de los “contratos basura”) por parte del GCBA, esta relación de dependencia no reconoce antigüedad, licencias, etc. por no contar con un estatuto ni estructura que determine deberes y derechos de los trabajadores docentes.
Por otro lado, nuestros salarios se encuentran desactualizados, al haber recibido sólo algunos de todos los aumentos que recibieron, en cambio, el resto de los trabajadores del GCBA y en especial los docentes. Cabe destacar que los aumentos percibidos se lograron luego de mucha discusión y medidas de fuerza previas. Asimismo, al renovarse el decreto que nos recontrata cada año, nuestros salarios siempre son abonados con meses de retraso y, al finalizar cada año, no sabemos si tendremos trabajo hasta el año siguiente.
Al mismo tiempo, los centros culturales no perciben dinero para su funcionamiento (equipos de música para los talleres, fotocopias, productos de limpieza, materiales varios para los talleres, etc.) de parte del GCBA, con lo cual muchas veces se ven imposibilitados o dificultados de llevar a cabo sus tareas con normalidad.
Como consecuencia de los muchos años de esta precarización laboral, en el 2004 decidimos afiliamos a ATE (el único sindicato que nos dio cobijo puesto que éramos contratados y no teníamos recibo de sueldo) como método de lucha.
Estructura de los Centros Culturales Barriales
La estructura u organigrama en los centros culturales se conforma de la siguiente manera: Coordinador del centro cultural, promotor cultural, administrativo (sólo en algunos centros culturales), auxiliares y docentes.
Todos los cargos menos los docentes están encuadrados en el escalafón del empleado municipal. A ellos los han ido pasando paulatinamente a la planta permanente administrativa, medida que ahonda aún más las brechas en los modos de contratación entre el personal docente y el administrativo, redundando en una división en los objetivos de la lucha por la estabilidad.
Por otro lado, si bien existe la posibilidad de que en algún momento nos pasen a planta la estructura también sería del tipo administrativos, lo cual no se condice en nada con nuestra tarea diaria. Peor aún, los descuentos que nos realizan en los recibos de sueldo sí son los mismos que les realizan a los docentes: nos descuentan como docentes pero nos pagan como administrativos contratados!
Estatuto y Proyecto de Ley para el PCB
Por todo lo expuesto, los docentes (y algunos promotores y coordinadores) estamos elaborando un proyecto de ley para incorporar al Programa al Estatuto de docentes de Cultura (en el cual se encuentran, entre otros, el Instituto Vocacional de Arte, la Escuela de Arte Dramático, etc.) que nos otorgue los derechos (y las obligaciones) que actualmente tienen el resto de los docentes que están enmarcados en un estatuto (sea de Educación o de Cultura).
Sin ir más lejos hoy los docentes del Programa cobramos un 25% menos que cualquier docente de educación y ni siquiera cobramos antigüedad ni plus de ningún tipo (vg. incentivo docente).
En este camino, también se incorporó UTE a la representación de los docentes del Programa, puesto que ellos han dado luchas semejantes y han obtenido resultados satisfactorios.
No se trata de sindicatos, ni de partidos políticos, se trata de darle a la Cultura el lugar que corresponde.